El redactor de la prestigiosa revista estadounidense, revisa, con toda clase de reservas, el posible resultado de los vinos de la vendimia 2007 en función de las diferentes circunstancias que han marcado el año enológico en diversas zonas productoras de España.
La desigual climatología y algunas plagas y enfermedades han tenido una mala influencia en algunas zonas españolas de viñedo. Pero en general, el rasgo más característico de la vendimia 2007 son los bajos rendimientos por hectárea. Algo que en muchos casos se traducirá en poca cantidad de vino pero de muy buena calidad. Ante esta situación, Gaffney advierte del peligro de que los precios de los vinos españoles aumenten.
Las regiones que producen mayoritariamente vinos tintos han sido las más afectadas. En Rioja, los rendimientos han bajado cerca del 30%, debido a los granizos de primavera y al mildíu del verano. Sin embargo, la vendimia se ha prolongado durante casi tres meses, desde principios de septiembre, con lo que los viticultores han podido tomarse su tiempo para hacer una buena selección de uvas en las mejores condiciones de maduración.
En la cercana Navarra y en el Priorato también ha habido algunos inconvenientes climáticos, bien por las temperaturas, bien por las lluvias durante la temporada de recolección, con claras bajadas del rendimiento por hectárea, por lo que, probablemente, los resultados serán desiguales.
Por el contrario, en las denominaciones de origen de Castilla y León, y siempre en términos generales, la producción de uva ha crecido más del 20%. Aunque en la Ribera del Duero, las intensas heladas de finales de septiembre pusieron a prueba la experiencia y la capacidad tecnológica de las bodegas de la región, y provocaron una vendimia algo adelantada.
La desigual climatología y algunas plagas y enfermedades han tenido una mala influencia en algunas zonas españolas de viñedo. Pero en general, el rasgo más característico de la vendimia 2007 son los bajos rendimientos por hectárea. Algo que en muchos casos se traducirá en poca cantidad de vino pero de muy buena calidad. Ante esta situación, Gaffney advierte del peligro de que los precios de los vinos españoles aumenten.
Las regiones que producen mayoritariamente vinos tintos han sido las más afectadas. En Rioja, los rendimientos han bajado cerca del 30%, debido a los granizos de primavera y al mildíu del verano. Sin embargo, la vendimia se ha prolongado durante casi tres meses, desde principios de septiembre, con lo que los viticultores han podido tomarse su tiempo para hacer una buena selección de uvas en las mejores condiciones de maduración.
En la cercana Navarra y en el Priorato también ha habido algunos inconvenientes climáticos, bien por las temperaturas, bien por las lluvias durante la temporada de recolección, con claras bajadas del rendimiento por hectárea, por lo que, probablemente, los resultados serán desiguales.
Por el contrario, en las denominaciones de origen de Castilla y León, y siempre en términos generales, la producción de uva ha crecido más del 20%. Aunque en la Ribera del Duero, las intensas heladas de finales de septiembre pusieron a prueba la experiencia y la capacidad tecnológica de las bodegas de la región, y provocaron una vendimia algo adelantada.
Las regiones productoras de vinos blancos han tenido un año con menos sobresaltos. Así, en la D.O. Rías Baixas se habla ya de una añada excelente, de la que saldrán Albariños muy aromáticos y sabrosos. También ha sido un buen año para la D.O. Penedés, que ha cosechado uva de alta calidad, sana y perfectamente madura, que dará lugar a intensos y afrutados blancos y a tintos de profundo color y taninos bien maduros.
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